octubre 31, 2004
Ahora sup�n que te pagan por escribir una rese�a de la Enciclopedia Universal De Lo Entra�able, pero se te van los meses y no alcanzas a leerla, as� que prefieres rese�arla por su facha, por lo ostentoso de sus forros color vino y por el t�tulo, que de alg�n modo te suena muy bien... Lo lees mal: tu rese�a es confusa y aborda la Enciclopedia Universal de lo Extra�able.
"Extra�o el placer de los cap�tulos", escribes, "por lo que tratar� de ser relativo, satisfactorio e instant�neo en el Top 5 de lo que m�s extra�o:
"1. Extra�o las atrocidades de la Colonia y los chistes que sobrevivieron desde entonces, particularmente en las selvas del Congo, Siglo XIX.
"2. Extra�o los tanques de Geraniol que ve�a cuando ni�o en la carretera, y m�s activamente los de Amoniaco, que eran blancos y enormes, a los que aprend� a tolerar como tolero a las mujeres que olvidan rasurar el pelo en los bulbos olfatorios.
"3. Extra�o la resina prehist�rica que chorre� de la corteza de viejos troncos durante el Cret�cico y sorprendi� a insectos patones que llevaban por alas lo que hoy llamamos una s�bana y por ojos lo que en 1970 llamaban mirror ball. Fosiles chillones, no me enga�an. Enga�an, eso s�, a una linda entom�loga que les entrega una sonrisa de perplejidad, llamada, llamada, olvid� c�mo se llama pero s� que es linda.
"4. Finalmente extra�o", escribes para inter�s de nadie, "esa teor�a buc�lica del escenario inmunodeficiente por la que todos van a recordarme."
Te pagan por eso. Dentro y fuera de la niebla. Lo cual no evitar� que mueras, entre otras tantas cosas. Cuando eso suceda ver�s, a tu derecha, una mancha de sangre. A tu izquierda �entonces lloras� dos cirios pascuales con largas barbas de cera derretida. La muerte llega a todo volumen con esa musica atonal, sin criterio, enloquecedora y fuera de rango que se mete en la estructura de los edificios y pulveriza la ciudad en un tris.
. . . . . . . .
Comentarios a:
mr_phuy@mail.com
